miércoles, 18 de febrero de 2009

El otro

Acoso a la mañana.
Me revuelco.
Castañeo los cabellos en la almohada.
En mi almohada.
La cúspide de todo lo irremediablemente uraño.
El estrepitoso margen del rocío.

1 comentario:

Sergio HF dijo...

Bien, bien.
Sutil, tranquilo.
Nada entrañable.
(Chale.creo que ya perdí el toque)