viernes, 19 de diciembre de 2008

La cordura de las cajas

La cordura del anciano del pueblo
colocó las cajas sin mayor orden que el tamaño
de las cajas.
Y las cajas comprendieron
que su espacio
no podía ser otro que su espacio.
Y la cordura pueblerina del anciano miró su obra desierta.
Y suspiró.
Y dio la vuelta.
Y las cajas y su menor orden de cajas superpuestas miraron a la cordura del anciano del pueblo partir al pueblo sin otra razón que la que dicta la cordura.
Partir.
Cerrar la puerta.
Y al pueblo.
Las cajas y su menor orden de cajas superpuestas se miraron.
Y dieron la vuelta.