viernes, 11 de marzo de 2016

Este lazo que nos une, hijo,

inaccesible al mundo,
es un vestigio de lo que algún día fuimos
de lo que todavía somos
es un espacio efímero, infinito
en que me voy dando
hasta encontrarte.

Decido cerrar los ojos

Decido cerrar los ojos
porque no me alcanzan la vista ni las manos
porque hace calor y tengo prisa,
y qué diferencia hace.
Soy pequeña.
Chiquita, chiquita, en voz de mi hijo.
Chiquita, chiquita.
Pero si él me mira se me agranda el alma,
y si él me toca se me agranda el pecho,
Y mis manos quieren solo cargarlo.
Y mis ojos quieren solo mirarlo.
Porque con eso basta.
Por un momento, solo con eso basta.
Hasta que vuelva a la calle,
De nuevo: a la calle.
Y la calle sea el mundo y tanto, tanto,
Tanto aquí. Allá.
Tanto.
Tanto.
Que no pueda.
Que no puedo.
Porque para eso no me alcanzan la vista ni las manos.
Decido cerrar los ojos.