Soy un gajo de luz turbia y arcilla
que se atraganta de rumores malolientes
y agitados.
Y me encaja en las manos esa orilla violenta
un asco de tiranos, vacío y lengüetazos.
Y allá viene, sin falta,
esta rudeza hipócrita.
Soy una lluvia gris que la marea,
indiferente, toma entre manos,
y se mira las uñas y la horzuela,
y se pierde en la arena, apaciguada.
viernes, 25 de abril de 2008
miércoles, 16 de abril de 2008
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